martes, 22 de noviembre de 2011

El apetito sexual y la calma

¿Podes explicar a qué se debe tanto apetito sexual que hay hoy en día?

 Es una pregunta muy profunda y acertada.

 Aunque esta siendo preguntada desde un lugar de poca comprensión.

 No puedo separarla de la dinámica de la soledad individual.

 La soledad es algo que pocos conocen porque no conocen el apetito sexual.

 A mayor apetito sexual menos soledad es posible.
 Están conectados sin posibilidad de separarse. Son dos caras de una misma moneda: la moneda de la Existencia, del Absoluto.
 Por un lado tenemos apetito sexual, por el otro tenemos soledad.

 ¿Cuál preferís? Si tiráramos la moneda existencial, mientras cae ¿cuál deseas que salga?
 La cara que salga va a determinar tu estado de ánimo, tu seguridad interior, tu confianza, tu felicidad.

 ¿Podes adivinar cual es favorable para tu existir?

 Tené en cuenta que cuando hablamos de apetito sexual no hablamos necesariamente de satisfacción sexual... sólo de apetito.
 Tené en cuenta tambien, que cuando hablamos de soledad no hablamos de aislamiento, de un encerrarse en uno mismo, de un apartarse del mundo y de la humanidad... hablamos sólo de soledad.

 El sexo, el acto sexual, es un movimiento de unión. Dos entidades separadas, individuos, se acercan como nunca antes hasta penetrarse el uno al otro como si hubiese un anhelo de unificarse. De ese deseo las energías universales aprovechan para seguir creando formas de existencia, individuos pertenecientes a ciertas especies.
 La unidad sexual da como resultado un movimiento, una motivación energética en el núcleo de cada individuo: lo que los humanos traducen y llaman excitación.
 Esta explicación, más allá de que las palabras y las ideas son obvias, intenta hacer notar que los individuos poseemos un deseo de unificar nuestras individualidades. O mejor es decir "somos poseídos por el deseo de unificar individualidades". A esto llamas "apetito sexual" y el acto resultante de llevarlo a cabo es un desprendimiento de energías. Esta energía se da en el reino animal en forma líquida por su volatilidad, eso es favorable para el fin último del "apetito sexual" que es el nacimiento o la creación de una nueva criatura que a su vez posea ese mismo instinto, ese mismo apetito.
 Podríamos decir: el hambre es el deseo de la criatura por perpetuar su individualidad en la existencia; la libido es el deseo de las energías universales por unificarse.
 El hambre no existe sin el individuo y del mismo modo el individuo no existe sin la libido. El individuo esta antes que el hambre, éste existe a través de él, y la libido está antes que el individuo, éste existe por aquella.
 Es decir, la criatura esta contenida en la libido. Esta dentro de ella, porque ella es un anhelo de la existencia por mantenerse Unida y el individuo esta en el medio de esa situación.

 La diversidad crea la soledad. La diversidad crea la criatura. La energía universal tiende a permanecer como Una y por eso obliga a las criaturas a unirse, a formar matrimonio.

 El sufrimiento del individuo esta anclado en esa situación que ha creado la existencia.
 Al individuo le es dado una individualidad: un cuerpo, un alma, una mente. Pero también es víctima de una tendencia universal que lo supera y no comprende.

 Hace de la tendencia de las energías una situación individual.

 Se lo toma como un asunto propio, pero como es un asunto divino, trascendente y tiene total independencia de su individualidad, le crea muchos problemas.

 El individuo humano esta seguro de su misión en la Tierra, cree que tiene que usar su individualidad para llegar a algún lado. Pero no se da cuenta de que somos títeres de algo superior que esta sucediendo. Incluso la clave, el apetito sexual, no es suficiente para que el ser humano comprenda que hay algo que lo supera.
 En lugar de rendirse y volverse humilde por el gran apetito sexual que nos posee, sucede todo lo contrario: nos volvemos arrogantes, egóticos con nuestra sexualidad, formamos una imagen por nuestra masculinidad y nuestra femineidad. Hacemos de las energías universales, nuestros asuntos individuales. ¡Qué tontería! ¿será esa la fuente principal de la ceguera humana? Desde el comienzo mismo, desde la raíz de la cuestión, desde la sexualidad, estamos cometiendo el error de una mala interpretación de las cosas. Nosotros no somos masculinos o femeninos, lo masculino y lo femenino nos tiene a nosotros.

 Y nosotros vemos este juego y lo disfrutamos o no vemos el juego y sufrimos. En ver está la consciencia que nos fue dada no se sabe por qué. Nosotros vemos y describimos el proceso del apetito sexual ¡ningún otro ser lo hace! Estamos dotados de esta capacidad de apartarnos del juego, del tira y afloje de las energías masculina y femenina. Ahí encontramos nuestro verdadero ser, porque el ser es la Unidad que busca la existencia a través de lo masculino y lo femenino.
 Pero la existencia busca el ser en la unificación de dos cosas separadas, de dos energías diferentes. No se da cuenta que mediante dos energías diferentes no se puede conseguir al Uno.
 El Uno se puede conseguir sólo mediante el ser. Todos los individuos somos ¡pero no todos los individuos nos damos cuenta que somos!
Es decir, el Uno, el Ser, ya esta dentro de cada uno, encarnado. El Universo se esta volviendo loco unificando energías, pero la Unidad subyace en cada individuo. La diferencia está en el grado de consciencia de este hecho.

 Es imposible que la forma de vida vegetal se de cuenta de este hecho, es imposible que la forma de vida animal se de cuenta de este hecho, ¡salvo por el Hombre! Por eso es perfectamente entendible que el humano que se da cuenta del ser que lleva adentro deje de ser animal, deje de tener apetito sexual y comience a aceptar su soledad como criatura, como individuo. Es todo un mismo darse cuenta, dos caras de una misma moneda.

 Mientras somos llevados por la marea del instinto sexual somos animales, cuando dejamos de ser llevados por la marea del instinto sexual pasamos a formar parte de otra especie: La especie de los seres de la consciencia plena, el reino de la consciencia.

 Desde el reino de la consciencia, los humanos se ven como animales. Son animales con una visión mental más desarrollada que el resto del reino.
 Todos conocemos gracias a las teorías psicoanalíticas el carácter simbólico de los fenómenos mentales. Así, el humano no hace más que vivir la inconsciencia de ser animal con un aparato simbólico mas diversificado, complejo, desarrollado, por así decirlo.
 Quiere demostrar su sexualidad mediante simbolismos en el mundo. Claro, ¿qué otra cosa puede hacer? tiene que lograr la intimidad, la unicidad, tiene que responder al titiritero de las energías masculinas y femeninas, la desesperación por formar parte del universo. Y así nos volvemos exigentes y especializados, para demostrarle al otro sexo cuánta virilidad o femineidad llevamos dentro... que juego más estúpido.

 Entonces vos me preguntaste: ¿Podés explicar a qué se debe tanto apetito sexual que hay hoy en día?

 El apetito sexual no es de hoy en día, siempre estuvo. Hoy en día cambia la forma de expresarlo.
 Y no es que haya mucho apetito sexual, la libido es siempre la misma, ni mucha ni poca es lo que es para cumplir su función.

 Hoy en día nos estamos volviendo locos por el apetito sexual, dado que no comprendemos de donde viene y hacia donde va.
 No comprendemos en lo profundo qué tipo de fenómeno es.

 Y a medida que el hombre se va haciendo más poderoso materialmente, la libido se vuelve peligrosa para la propia existencia de la especia. Que curioso, la libido que debe servir para la procreación de la especie, esta volviéndose contra la supervivencia de la especie. Eso es porque la especie misma no logra comprender la naturaleza del fenómeno.
 La especie humana se ha hecho individualista, no se reconoce como un Todo. Cada individuo se toma a la libido como un asunto personal: no hace el amor y las paces con el sexo, hace al egoísmo, el conflicto y las guerras.
 Aquí esta la raíz del problema de la humanidad, no comprendemos de donde venimos y que nos mantiene vivos. Así, la vida no tiene sentido, me tomo todo egoicamente, individualmente, y lucho contra el resto del mundo porque no me quiten mi individualidad, pero no veo al resto del mundo como un organismo, un Todo vivo.

 Te había dicho que no podía separar al apetito sexual de la soledad de ser, y de lo dicho hasta acá se desprende el por qué.

 La razón es: "hay demasiadas cosas para hacer con el fin de demostrar que soy un buen ejemplar de mi especie. Como macho de mi especie debo mostrar mi virilidad y conseguir una hembra. No tengo que perder el tiempo, no puedo estar parado sin hacer nada. No puedo estar aquí sólo, hay mucho por hacer.
 Y si no consigo una buena hembra, por lo menos haciendo cosas sin parar voy a conseguir plata, y así voy a poder comprar a una hembra para demostrarme a mi mismo que he llegado a ser un buen ejemplar." Jajaja

 Y las hembras dicen: "No tengo que emitir ningún olor, tengo que estar limpia las 24 horas, dispuesta, lista para cuando venga ese macho que tengo en mente y no perderme la oportunidad de ser poseída por la fuerza de la masculinidad. Debo estar linda, perfecta si es posible, todo mi entorno debe estar listo para la gran oportunidad." Jajaja

 En estos dos graciosos prototipos de lo que la hembra y el macho humanos tienen en su visión de la vida, vemos que el macho, como en todo el reino animal, es el encargado activo de conseguir la intimidad sexual. Es decir, la persuasión y el cortejo.

¿Cual es la consecuencia? El macho humano, es más incapaz de estar solo que la hembra. Es decir, al hombre le cuesta más la soledad que a la mujer. Esto es un hecho en la realidad social.
 Y este hecho es producido por el tipo de energías que conlleva cada individuo, en otras palabras, el comportamiento de los individuos y su capacidad de estar solos en la vida, está determinado por si es masculino o femenino y la tarea que la naturaleza le encomienda hacer, en un plano muy inconsciente por supuesto, de hecho, el más inconsciente de todos.

 Ahora, esto no quiere decir de ninguna manera que no nos unamos como machos y hembras que somos. Este escrito no pretende deshacerse de la sexualidad. Sería una locura aún mayor, y sería una deshonestidad por parte del autor que afirmativamente cuenta con los impulsos que le son dados por existir en la forma de un humano.
 Pero lo que sí pretende esta respuesta es hacer del sexo un acto de amor sin símbolos en el medio.
 No trasladar y traspolar ideas de otros ámbitos a la intimidad sexual.

 Un acto sexual es un acto sexual y pelar una banana es pelar una banana.
 El sexo oral es sexo oral y comer un chupetín es una cosa aparte.
 Meter un gol es meter un gol y penetrar a una mujer es algo totalmente diferente.
 Serruchar bien una madera y encontrar un ritmo en lo más íntimo de la unión individual son dos cosas distintas.

 ¿Por qué complicar tanto la existencia mezclando ideas que no tienen nada que ver?

 ¿Por qué no darnos cuenta que estamos todos en la misma situación, sin comprender qué esta sucediendo?

 ¿Por qué no unirnos mediante la consciencia y disfrutar de la soledad de ser un individuo?

 ¿Cuándo vamos a dejar la ambición de ser algo más de lo que ya somos y encontrar nuestro verdadero ser?