miércoles, 17 de agosto de 2011

Lic. en Filosofía



¿Por qué estas estudiando una carrera académica tradicional como es Lic. En Filosofía?  ¿Acaso la cursada no te da una visión mental del ser humano? Es decir, el fin último es comprender y dominar la mente, entonces, ¿por qué aceptas un conocimiento confuso y que alimenta a lo causante de tanta desigualdad y desasosiego en el mundo?

 Gran pregunta, es extensa la explicación.

 La carrera te da una visión mental del ser humano. Esto simplemente quiere decir que no te da una visión absoluta. Lo mental es lo relativo, el entendimiento último es absoluto.
 No hay por qué negar alguno de los dos. Nuestra cultura, y dentro de ella la carrera de filosofía clásica, esta negando la visión absoluta. Esta tomando al humano dentro de un marco relativo en la existencia.
 Si yo negara ese marco relativo de la existencia humana y me quedara solo con el absoluto conocimiento de que el Ser es Uno y eso basta, estaría quedándome cojo igual que aquellos. Porque ese absoluto no me llevaría a ningún lugar, porque de hecho, conocer al Ser es el único conocimiento que no te lleva a tomar ninguna decisión, que no te influye, que no te lleva por ningún camino. Simplemente conocés que Sos, ¿qué se puede hacer con eso?  Si yo aprendo a cortar madera, posiblemente ese conocimiento me lleve a poder construir una mesa, no creo que termine yo piloteando un avión o vacunando animales por haber cortado una madera. Un conocimiento te condiciona hacia una dirección determinada, tiene límites, esos límites son los cordones del sendero por el cual te llevan.
 Con el conocimiento Absoluto, no pasa eso. No te lleva por ningún camino. Es un conocimiento que no condiciona, no es condicionante. ¿Cómo puede ser?  Porque no tiene límites, por el contrario, abre las fronteras, y derriba las barreras de toda condición que se haya adquirido mediante cualquier proceso cognitivo. Abre, no cierra. Te vuelve incondicional, no condiciona.
 Por eso es que uno no puede ir a ningún lado, el conocimiento de Ser no es productivo. Todo conocimiento sí, pero este último no. Sólo te enseña a ver, eso no condiciona, lo que condiciona es el objeto que mirás, en el que te enfocás.

 Simplemente el Absoluto es un conocimiento paralizador si uno no intenta trasponerlo a la mente. El conocimiento mental y el absoluto son dos polos, el relativo y el susodicho. Un equilibrio es necesario. Sin el Norte y el Sur, la Tierra se saldría de su eje, y sería un desastre. Sin el Absoluto y el Relativo, el ser humano se sale de su eje y el resultado es patético en cualquier caso.

 El conocimiento de la filosofía clásica es el resultado de un intento por comprender el comportamiento y la condición de ser humano. El objeto o el material de estudio es la vida terrena o una dimensión superficial del humano. Esa filosofía intenta rescatar al hombre de esa superficialidad, que no sea una mera materia en movimiento, un animal. Intenta echar una luz divina en la existencia del hombre, pero esa luz viene de los movimientos intelectuales de la mente, de la propia mente. Así, si bien se intenta tocar lo Absoluto con aspiraciones mentales, por otro lado, los movimientos y el conocimiento del pensar impiden por su propia naturaleza, bañar de luz el comportamiento, bendecir la existencia humana, darle un sentido a la vida. Es por eso que ningún filósofo ha podido realmente darnos el sentido de la vida.
 Un sentido, un significado, exige una visión completa, acabada de la vida. Exige echar luz en una dirección que se sepa como irrebatible, absoluta. Pero ningún filósofo clásico, de tradición, puede producir una revelación semejante. Sus teorías siempre tienen un punto de crítica, refutación y superación. ¿Por qué?    Porque su conocimiento es relativo, pertenece al campo de la relatividad de la existencia humana, allí todo cambia y se muta, todo se rearma, reproyecta, repiensa.

 Más allá de este pensamiento relativista, existe el acontecimiento o conocimiento absoluto. Acontecimiento y conocimiento son equivalentes aquí. El Absoluto acontece ante nosotros, al mismo tiempo lo conocemos. El Absoluto no puede construirse paso a paso. Se conoce o no. Sólo se conoce si acontece y acontece porque ya se lo conoce. Aquí está. Siempre.
 Nada puede uno hacer. Es. Pero con esto… no hacemos nada.

 Sólo es posible hacer en el marco de lo relativo, de lo cambiante, de lo construible. Y es necesario hacer porque así lo pide la vida… escuchá a tu cuerpo, pide que te muevas; percibí a tu intelecto, pide comprender más.
 El ser humano se mueve en un marco relativo, dentro de un marco absoluto. El movimiento se da en el marco relativo, fútil, de la existencia; en los parámetros absolutos solo existe la quietud del Ser.

 Pero con ser no hacemos nada, es por eso que hago algo. Estudio, e intento comprender el panorama relativo que ha creado el pensamiento humano, desde la visión de un Dios que se ha encontrado a sí mismo.  Desde la visión del Absoluto descansando en sí mismo.

 Nada más hay por hacer pero… la vida continúa.

 Continuando con la pregunta, vos decís: “el fin último es comprender y dominar la mente”. Estoy de acuerdo en que uno de los objetivos más elevados es comprender la mente, aunque suena confuso: si yo comprendo la mente ¿quién es el que comprende y con qué?  Si la mente es el gran instrumento de comprensión, ¿hay otro instrumento con el cual comprender? ¿Y que a su vez comprenda el complejo aparato de la mente?
No estamos hablando de entender los mecanismos de la mente, sueños, actos fallidos, memorias, deseos, entre otras, sino que estamos hablando de comprender a la mente en sí misma, como ente viviente. Como algo que existe, que esta ahí por algún motivo y nos lleva, nos arrastra por la vida con sus miserias e inseguridades. ¿podemos comprender la existencia de la mente? Sí, puede que no sea tarea sencilla. En la famosa película, Neo tuvo que esperar 3 episodios para salir de la matrix! Jajaja . Es una tarea ardua, pero vale la pena.

 Ese “comprender la mente” es una bella expresión porque implica que aún hay una instancia trascendental a la misma, sino no sería posible comprenderla.
 El reino animal, no pude comprenderla. ¿por qué? Porque ellos están lejos del absoluto. Pero el Este vive en la especie humana, como nunca antes en la historia del universo ha vivido. Este es un momento cúlmine en la naturaleza. Una especie corriente, emergida del reino animal, esta siendo llamada por el Conocimiento de lo Absoluto. En algunos acontece, en otros no, pero el camino ya está marcado, el destino esta escrito para nosotros:  vamos a emerger del reino animal y fundirnos con el cosmos, como consciencia reflejada a sí misma.

 Eso es todo, se terminó el juego, la mente es un payaso más del circo, un malabarista de los pensamientos, un equilibrista de los sentimientos:  Pero el dueño del circo ha llegado: Yo, la Consciencia. Y cuando la consciencia llega, ya nada se ve igual. Todo puede seguir funcionando, pero ha perdido su  conflicto, su seriedad, su emoción… todo era un simple juego, una película de la vida.

 Por otro lado, también trajiste el concepto de “dominar la mente”. Con eso no estoy de acuerdo. En un principio dominar la mente puede servir para obsevarla mejor. Como el agua mansa de un lago refleja mejor nuestro rostro, pero, una vez que nos damos cuenta de que ese rostro es una simple imagen, futil y cambiante, ya no nos interesa el estado del lago. El lago es el lago, tiene su propio ritmo; es más, cuanto más intentas detenerlo, agarrarlo, más chapoteás y más turbia se ponen las aguas. Dejalo ser,  al menos no entres en conflicto con su estado de ser. Es realmente una porción muy pequeña de la naturaleza que te rodea. Y vas a poder encontrar aguas tranquilas en otros momentos y en otros lugares. Si ésta está turbia, dejá que sea turbia, así deja de serlo.
 Entonces, más que dominar, yo diría ignorala. La mejor forma de dominar es mediante la indiferencia, ¡sino preguntale a las mujeres! Jaja!  Los hombres no podemos resistir su indiferencia.

 La última pregunta es: “¿por qué aceptas un conocimiento confuso y que alimenta a lo causante de tanta desigualdad y desasosiego en el mundo?”

 En realidad, lo causante de la desigualdad y desasosiego es el desequilibrio entre el Ser y el conocimiento.
El Ser puede traer confusión tanto como el mero conocimiento. Confusión viene de desorden, desorden viene de desequilibrio, desequilibrio viene de que uno de los dos polos o balancines de la existencia esta más lleno que el otro.
 Si me lleno de Ser, no voy a poder actuar, puesto que ese conocimiento no me guía a nada.
 Si me lleno de conocimientos meramente mentales, voy a actuar en desequilibrio y terminaré actuando mal.

 Entonces, lo confuso no es el conocimiento de la filosofía clásica, lo confuso es consumir mi vida ahí. La filosofía, como todas las ciencias, nunca van a dar una respuesta a la problemática de  Lo Que Es.  Pero sí pueden aportar mucho a equilibrar la balanza de nuestra existencia, como humanos.
 Como humanos tenemos un poder que no podemos negar, es el poder de ser conscientes. Y también tenemos un poder que no tenemos por qué negar: es el poder de aprender, comprender la existencia.

 Los dos poderes juntos van a hacer que, en el mejor de los casos, el hombre dé un salto cuántico en su calidad de existir, en su calidad de vida.

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