miércoles, 3 de abril de 2013

Ellas... y la percepción del Verdadero Yo


Resulta curioso, la percepción de la "verdadera naturaleza" del Universo no es definida (descrita) de la misma manera por la sabiduría femenina y la masculina.
Entiendo a la "verdadera naturaleza" como la unión del "yo" personal con el único Yo del Cosmos.  

Parece ser que esa unión indivisible con la Vida se experimenta en el transcurso del tiempo de dos formas distintas: la femenina y la masculina.
Si bien pueden haber hombres con gran carga y características femeninas, y viceversa, mujeres con maneras, rasgos, gestos, procesos, tiempos masculinos; por lo general la mujer encarna la impronta femenina y el hombre los modos masculinos, y esto es así por el vehículo cuerpo-mente en el que habitan, entre otras condiciones.

La Femenina: las cualidades de una mujer, al estar en el mundo como potencial portadora de vida, son matizadas por una sensibilidad que las dispone a oír y pecibir las manifestaciones dentro de su cuerpo. Cuando el útero concibe vida, la fisonomía y fisiología cambia: forma de percibir su propio cuerpo, forma de sentir tiempos y necesidades vitales, el sentir la saciedad, el descanso, la alegría, los dolores, las emociones. Durante el desarrollo del embrión, también se perciben sus movimientos, vibraciones, sus estados de animo, sus demandas... y toda la capacidad de atención, alerta y conciencia se centran naturalmente en el sensible espacio entre la pelvis y el ombligo.
Luego, sintiendo la ferocidad femenina, cuida a su hija/o. Esto la posiciona también en un estado de alerta, que está dirigido a las condiciones del entorno, el momento presente, lo que está aquí y ahora... en este sentido ella está enraizada en el mundo, firme, conectada, ésta es la mejor forma de asegurar el bienestar de su amada/o hoja/o.También, poseer un cuerpo acabado más bien por curvas, una dermis delicada, areas muy sensibles, músculos y articulaciones tendientes a la flexibilidad, son una indicación que el cuerpo (también el sistema nervioso y la mente) estan concebidos para la recepción profunda y precisa de estímulos y sensaciones, así también de emociones... a mi me gusta llamarlo "el jugo de la vida".                                                                                                                                                                                     
Modo de vivir su verdadero Ser: Al recordar (descubrir, despertar a, encontrar) su verdadera naturaleza, el centro del cosmos, su yo esencial, la mujer vive aún con mucha sensibilidad, ella no olvida "el jugo de la vida", el movimiento de la vida le afecta, le llega, ella aún sabe que está ahí recibiendo un despliegue de energias, toma aún mucha más conciencia de su cuerpo y de su forma de percibir a través de él. Sabe que lo mundano tiene mucha realidad, no lo descarta por menospreciarlo. Siente una realidad sagrada a través de los sentidos. No le urge necesidad de negar su cuerpo para describir la sacralidad de su ser más íntimo; más aún, siente que su cuerpo es muy importante... y rescata de él los valores de la sensibilidad, lentitud y compasión.                                                            
A modo de resumen (y dejando abierto el tema... muy abierto) la existencia femenina capta la luminosidad de su propio ser a través de un modo de estar diseñado para estar conectado con el movimiento, la mutación, el sentimiento, la fluidez de lo que está vivo, la sensibilidad de los sentidos, y a su vez la sencillez de éste aquí y ahora.

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